Muchos tildan de egoístas a las parejas que no tienen hijos y reciben mucha presión de su entorno, sobretodo de la familia, expresiones como: «se te va a pasar el arroz» son muy comunes alrededor de estas parejas. Luego también existen presiones para las parejas que sólo tienen un niño.
Normalmente siempre hay que aguanter impertinencias por nuestras decisiones cotidianas, pero con el tema de los hijos la cosa se agrava. Parece que esta mentalidad del medievo sigue arraigada y todavía no han cambiado las cosas en este aspecto.
Si una pareja tiene un sólo hijo por edad, perdidas o enfermedades la gente del entorno no suele insistir, pero como sean jovenes y sanos, el tema puede convertirse en una pesadilla por la presión ejercidad por los pesados de turno. Hay que ser consciente que la gente joven ahora lo tiene díficil para tener hijos y no digamos ya dos, debido a las pesimas condiciones del panorama actual.
Volviendo al tema de los hijos únicos, la presión es grande para los padres, ya que amenudo interrogan al peque con preguntas como ¿No querrás un hermanito? Con lo bien que te lo pasarías. La verdad es que al final esto muy de entrometidos y para romper el mito, yo conozco a muchos hijos únicos, incluso los tengo en la familia y son completamente normales, ni engreidos ni mimados, ni se creen reyes ni son egoistas. Aunque esto depende más del entorno y valores inculcados que de tener hermanos o no.
No pasa nada por no tener hijos, tampoco pasa nada por tener un sólo o cuatro o cinco. La personalidad depende de ellos, entorno y la educación recibida. Además siempre pueden jugar con otros nenes. Hay que dejar de manipular y manejar según nuestras ideas y pensamientos, ponernos en la piel de los demás y lo más importante: » vivir y dejar vivir».
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